-Soldadito Marinero-

Soldadito marinero conociste a una sirena […]
Escogiste a la más guapa y a la menos buena
Sin saber como ha venido te ha cogido la tormenta
Después de un invierno malo, una mala primavera
Dime por que estás buscando una lágrima en la arena
(Fito & Fitipaldis. –Soldadito Marinero-)

Calladito, calladito…. así va caminando por las frías calles de la ciudad a la que nunca tuvo que llegar….calladito, calladito…. No es que el frío lo inmute, aunque si estuviera cerquita de su playa adorada otra canción sería, ni que la flemática forma de comportarse de los habitantes de esta tierra olvidada por Dios le afecte, aunque de vez en cuando una sonrisa sería de gran ayuda, ni que la comida insabora e incolora le afecte demasiado…. Uno a todo se acostumbra, eso suele decir…pero no, eso no le afecta realmente

Calladito, calladito….así sigue caminando. Su mirada clavada en la nada y a la vez en todo….calladito, calladito…. camina un poco por costumbre un poco por la necesidad de llegar hacia cualquier lado… da lo mismo si es su casa, la casa del vecino o un bar… calladito, calladito sólo quiere llegar hacia un lugar en donde poder descansar y quitarse la coraza que lleva desde hace un par de… semanas?, meses?, años?...ahhh, ya ni lo recuerda….pero así sigue, calladito…calladito.

Calladito, calladito… sólo recuerda una escena en su mente. Pero es verdad lo que vio, porque lo que dicta la realidad es otra cosa… uno no puede ponerse en el papel de juez, qué esto lo sabe perfectamente, pero…. Y es ahí donde no va más su pensamiento. Es justo en esta parte del discurso donde aprieta los dientes, con toda la fuerza que le queda, y los puños para que las lágrimas no le broten por los ojos…y no es por pena, no, que va, más bien es por orgullo, es por su propio orgullo que le dice que desde el principio eso no era posible….ahhh si yo le hiciera caso a mi cabeza en lugar del corazón….

Calladito, calladito… recuerda cuando lo invitó a cenar… hasta le pidió una botella de “buen vino” para poder compartir la comida…acaso eso no cuenta para nada….acaso hace con todos lo mismo…y las salidas y las llamadas y los encuentros “casuales” y las miradas y, y, y…. y al final nada valió, al final nada contó….por lo menos para ella…porque para él, para él fueron los momentos más felices de su vida.

Calladito, calladito…. pero de quién fue la culpa?… hubo culpa?… por qué?, por qué?, por qué?… y tiene que seguir la vida… bueno, por lo menos uno tiene que fingir que la vida sigue… claro, mujeres hay de sobra… y claro, también, que alguna llegará… pero no, él no quiere a cualquiera… él sólo quiere a ella, aquella que le hizo perder el suelo, que le hizo pensar en fantasías, en princesas y caballeros…en sueños…

Calladito, calladito… y tiene que conversar de lo mismo, con las mismas personas que le hacen los mismos chistes, las mismas bromas pesadas… sólo que esta vez él sabe perfectamente que ya no causan gracia alguna… sólo él sabe que esas bromas en ese momento están fuera de lugar y sin contexto alguno... pero las tiene que aguantar, “bancarsela”… así, calladito, calladito… tiene que fingir una mala sonrisa y en seguida bajar la mirada para que no vean el dolor que le causa…calladito, calladito

Calladito, calladito…así contesta el teléfono cada vez que lo buscan para salir, cada vez que tiene que entablar alguna conversación….es verdad, él sigue en el mismo lugar, sus amigos y su gente se han movido hacia otro punto…pero él sigue en su mismo espacio, en su mismo mundo….calladito, calladito

Y calladito, calladito cada vez que la ve le habla, le grita, la seduce… cada vez que llega a ese piso y sus ojos se cruzan…calladito, calladito le profesa su amor, le explica lo que piensa y sueña hacer con ella…hace planes y hasta le pide algunas cosas indecorosas, y parece que en ese momento los dos se entienden, que se compenetran, se hacen uno así calladito, calladito…