6.9.07

-Me gustas..y mucho...-


Un día me desperté y supe que te necesitaba. Cómo, cuándo, por qué, nunca lo supe –y para ser sincero ni siquiera lo cuestioné-. Así de simple, recuerdo que abrí los ojos y supe que me había sucedido lo que todo mundo ya me había previsto.
Pero a diferencia de lo que me decían, no dolía ni era nada complicado. Al contrario, lo disfrutaba y me gustaba empezar a sentir eso, especialmente porque eras tú. Después de mucho tiempo volvía a sentir la necesidad de saber de alguien, de ver qué hacías, de preguntarme si comías, si dormías bien…. Vamos, de estar pendiente de ti. Después de mucho tiempo me entusiasmaba por alguien y aunque entendía que era cuasi imposible que voltearás a verme, no tenía problema alguno, es más era como mi pequeño secreto…
Todo empezó como una broma...lo recordaba, pero no me molestaba. Al contrario, me causaba entre alegría y ternura. Y sí, alguna vez aquel con el que empecé la broma me lo advirtió…-Hermano, yo no sé que sientas por ella, pero vale la pena la niña. Si yo pudiera casarme con ella, lo haría-. No miento, en ese momento sentí exagerado el comentario y como si estuvieran creando falsas expectativas, pero en ese momento ni siquiera hice caso.
Con el paso del tiempo fui encontrando una parte de ti que no la conocía –vale- de igual modo te conozco poco, pero lo que apreciaba de ti era diferente a la idea que me había construido de ti….
Fue como traer al ídolo a la tierra, hacerlo de carne y hueso, berrinchuda y enojona, lista e indecisa, poco expresiva y sonriente, sincera y rebelde, hermosa y difícil, tierna y lista, voluble y amigable... Creo que nunca lo mencione, pero tu sonrisa, aunado con tus ojos tan expresivos siempre me llamaron la atención y luego me fueron gustando más y más… siempre me han gustado los ojos de las personas, verlos y de ahí partir para hacer juicios…pero los tuyos siempre, desde la primera vez que te vi caminando lentamente con tu paso lento, agarrando tu mochila con la mano, por aquel pasillo que poco le daba la luz, me llamaron la atención. Y hasta antes de hablarte, hubo veces que como mero ejercicio de ocio, me gustaba verte, juro que sin morbo alguno….ver tus ojos y saber porque tenías ese brillo…verte sonreír y saber cómo eras capaz de cambiar de una gran sonrisa a una seriedad que deba miedo…
Recuerdo que cuando supe que te necesitaba, traté de ocultarlo…ocultártelo, ocultármelo. En mi forma de pensar era una lógica sencilla pero muy tonta; si no digo no lo sabe, si no lo sabe luego entonces no existe….Además sigue siendo como una idea tonta en mi cabeza, me gustas…claro, no lo voy a negar…pero cómo te lo voy a expresar…. Cómo le voy hacer para qué te fijes en mí.
Pero cuando por fin había tomado la decisión de lanzarme, de decir las cosas y esperar que el golpe no fuera muy duro….cuando había tomado la gran resolución, simplemente te diste la vuelta y no supe nada más de vos. Y fue una incertidumbre, aún lo es, qué pasó, qué hice….son las únicas cosas que siguen en mi mente.
Ahora espero a que esto deje de crecer, me obligo a no buscarte, a no “encontrarte”…pero también sé que es el momento de decirlo, de expresarlo, así de forma sutil y sin esperar mucho a cambio… me gustas.. y mucho….

No hay comentarios: